Los 10 empleos que la inteligencia artificial eliminará primero — y los que están a salvo

Los abogados serán una de las primeras profesiones en caer. Un gran número de puestos desaparecerán suplantados por la IA.

Los creadores de ChatGPT acaban de publicar un estudio científico que identifica los trabajos que serán eliminados en pocos años gracias a la inteligencia artificial.


Al contrario que anteriores revoluciones industriales, ningún trabajo estará a salvo del impacto brutal que la inteligencia artificial generativa está teniendo en el mundo aunque a ti todavía no te haya llegado la onda expansiva. Y esta vez serán los trabajos de oficina y los de mayor remuneración — de abogados y financieros a gestores y contables — los que más sufrirán hasta acabar en su desaparición.



Lo dicen los propios ingenieros que han desarrollado la IA generativa más poderosa y popular del planeta: GPT (siglas en inglés de ‘transformador generativo preentrenado’), cuyo uso más popular está en el chatbot ChatGPT. La última versión — GPT-4 — es tan potente que es capaz de pasar los exámenes más complicados para seres humanos. Al contrario que ChatGPT-3, su trabajo es imposible de detectar como generado por una máquina.


Este modelo de IA está siendo incorporado en miles de programas informáticos, desde Microsoft Office a aplicaciones corporativas que son la base de industrias financieras y legales, pasando por los programas para profesionales creativos. Según el estudio publicado esta semana por OpenAI, este despliegue afectará al 80% de los empleos en un futuro próximo.

Qué es lo que va a pasar

Ahora mismo, IA generativas como GPT-4 están realizando tareas de análisis y producción que antes ocupaban una gran parte del tiempo de los trabajadores humanos. El estudio afirma que de ese 80% de profesionales afectados, por lo menos un 10% de su actividad será totalmente reemplazada por IA de forma inminente. Y casi un 20% de todos los trabajadores verán como la IA realizará la mitad de sus tareas. En estos primeros compases, esto está provocando simultáneamente la pérdida de puestos de trabajo en los sectores industriales más vulnerables y, a la vez, el aumento de la productividad en las empresas.


Después, el progresivo incremento de las funciones de la IA generativa dará lugar a la eliminación progresiva de un gran número de profesiones. “Aunque la capacidad técnica de las GPT para hacer más eficiente el trabajo humano parece evidente, es importante reconocer que los factores sociales, económicos, normativos y de otro tipo influyen en los resultados reales de la productividad laboral,” señala el estudio en sus conclusiones. “A medida que sus capacidades sigan evolucionando, es probable que el impacto de las GPT en la economía persista y aumente, planteando retos a los responsables políticos a la hora de predecir y regular su trayectoria”. “La influencia [de la IA generativa] se extiende a todos los niveles salariales,” afirma el estudio, “con los empleos de mayores ingresos potencialmente más expuestos” a la reducción de su utilidad y los consecuentes despidos.


Los diez trabajos más expuestos


El estudio afirma que estos serán los diez trabajos más expuestos al impacto de la IA:

Matemáticos

Gestores, contables y auditores

Analistas financieros

Analistas de noticias, reporteros y periodistas

Secretarios jurídicos y asistentes administrativos

Diseñadores de interfaz de usuario e internet

Traductores

Analistas demoscópicos

Relaciones públicas

Ingenieros de blockchain


Pero ojo, aunque esos son los que están en el top 10, los que le siguen tienen porcentajes de vulnerabilidad similares. Estos incluyen programadores, diseñadores gráficos, fotógrafos, biólogos, taquígrafos judiciales, traductores simultáneos, correctores, ingenieros, delineantes, arquitectos… básicamente la lista es inabarcable.


Los que quedarán inmunes

De hecho, para darse cuenta del impacto es más sencillo recopilar los únicos trabajos que no se verán afectados por la irrupción de la inteligencia artificial (por lo menos hasta que la robótica no llegue al mismo nivel de sofisticación que el cuerpo humano). Esta es la lista incluida en el estudio:

Operadores de maquinaria agrícola

Atletas y competidores deportivos

Instaladores y reparadores de lunas para automóviles

Mecánicos de autobuses y camiones y especialistas en motores diesel Albañiles de cemento y acabadores de hormigón

Cocineros de Comida Rápida

Cortadores y recortadores manuales

Operadores de torres de perforación, petróleo y gas

Ayudantes de comedor y cafetería y ayudantes de camarero

Lavaplatos

Operadores de dragados

Instaladores y reparadores de líneas eléctricas

Operadores de máquinas de excavación y carga y de dragalinas, minería de superficie Colocadores de suelos, excepto moqueta, madera y baldosas duras

Fabricantes de moldes y machos de fundición

Ayudantes de albañiles, albañiles, colocadores de baldosas y mármol

Ayudantes de carpinteros, carpinteros

Ayudantes de pintores, pintores, empapeladores, escayolistas y estucadores

Ayudantes de fontaneros, fontaneros, instaladores de tuberías y vaporistas

Ayudantes techadores, techadores

Cortadores y recortadores de carne, aves y pescado

Mecánicos de motocicletas

Operadores de equipos de pavimentación, revestimiento y apisonado

Operadores de martinetes

Operadores metalúrgicos

Operadores de equipos de tendido y mantenimiento de vías férreas

Reparadores de materiales refractarios

Trabajadores en mataderos y fábricas de procesado de carne

Canteros

Reparadores y cambiadores de neumáticos

Afiladores

Bombeadores de pozos

Como apunta el trabajo de los ingenieros de OpenAI, aunque las consecuencias finales son muy difíciles de predecir, vamos a tener que enfrentarnos a un cambio radical en el mercado de trabajo. Nadie puede imaginar todavía el alcance de una posible crisis laboral sin precedentes en la historia de la humanidad. Y no, como apuntan los expertos, esto no va a ser cuestión de que aparezcan nuevas profesiones o meter a todo el mundo a programar, una de los trabajos que se verán más afectados por este seísmo productivo. Va a ser necesaria una reconversión industrial, laboral y social que, desafortunadamente por ahora, nadie puede imaginar y nadie está planificando.